BLOGOVELA: TROYANOS. Capitulo 1




 I

Corre el año 2050. El mundo de Pangea se divide en dos zonas muy bien diferenciadas:

— Troya, hogar de los «Magnumprima», los ricos y poderosos y los «Akashios» sus seguidores y sirvientes.  En esa parte del mundo hay grandes mansiones, centros de cultura y saber, pese a que la gran mayoría de sus habitantes más afortunados no saben leer ni escribir, y una férrea protección por parte de los «Bulldogs», el cuerpo estatal de defensa de la ley y el orden.

— Tierra de Fuego, hogar de los «Terrasua» y cuna del «Grupo Sombras»,   los rebeldes que se niegan a que solamente unos pocos tengan todo. Aquí los hogares son casas en ruinas y chozas tan cómodas como te permita tu estilo de vida. Tampoco hay luz, más que las de las velas, ni agua que no sea la del río, ni seguridad ni ley que no sea las que te puedas procurar por tus propios medios.

Un nene de apenas dos años de cabello oscuro y tez clara, vaga travieso e inquieto por la sala de espera de la estación de ferrocarriles durante la primavera. Se dirigen al cementerio, el único de Pangea, y que se encuentra en Troya.
Su madre lo vigila y de vez en cuando le dice “Ven, Xisco”, “No toques eso” o advertencias similares, pero el nene tiene 3 años y esta en la edad de explorar los sitios a los que va, el mundo que le rodea.

De pronto llora. Unos “G.S.”, abreviatura de German Shepherd (“Pastor Alemán” en inglés, una lengua que ya no se habla por decreto de los “Magnumprima”) acaban de entrar en el edificio.

El nene no sabe quienes son, pero su instinto le dice que no puede confiarse. “Señora,” le dice uno de ellos “si no controla a su mocoso nos veremos obligados a actuar en consecuencia.”

Su hijo no comprende, no sabe, pero en cambio ella si. Esos “G.S.” forman parte de los “Bulldogs”. La mujer sabe la situación actual en la que se encuentra Pangea, su mundo. Así como también sabe las consecuencias si su hijo, su bebe, no deja de explorar su pequeño mundo  con sus travesuras.

Así son las cosas ahora. Esa es la vida de los “Terrasua”. Eso la asusta. La presencia de los “G.S.” solamente indica que hay un “Magnumprima” cerca y que a este le molesta su bebe.
Un miedo que es palpable y lógico. Los “Magnumprima” son la casta de los muy ricos y poderosos gobernantes del país. Gracias a ellos, esos “G.S.” pueden hacer lo que quieran con su hijo, puesto que las leyes los amparan a ellos y dejan totalmente desvalidos a los “Terrasua” como ella y su bebe.

En Pangea hay muchas normas estrictas y leyes que debes cumplir. Salvo si eres un “Magnumprima”. En ese caso tu estatus te permite hacer lo que desees. La madre del niño lo sabe porque, antes de enamorarse del padre de su bebe ella era como ellos.
Su familia provenía de un linaje de mucho renombre y peso, pero conoció a Teo, su difunto esposo, y su familia nunca le perdonó que una “Magnumprima” se uniese a un “Terrasua”. La desterraron conforme a las leyes, borrando su nombre del registro de nacimientos de «Troya» y desde ese momento dejó de existir y de llamarse Agustina para llamarse Nina.

Así son las cosas. Sólo los “Magnumprima” son los únicos que tienen todo. Si naces “Magnumprima” naces en el lado “correcto” del mundo. En Pangea los “Terrasua” nacen para ser esclavos de los “Magnumprima” y solo el «Grupo Sombras» se atreve a luchar contra ellos y desafiarlos.

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